cajapolitica.mx

| El Conocimiento es poder.

ÁGORA| Presupuesto y TMEC: Un cierre de año clave para México y Sinaloa.

Por Enrique Corrales.-

Las fechas patrias, suelen marcar un punto de inflexión que nos lleva a acelerar el paso hacia el final del año. Sin embargo, este 2025 no puede ser visto como un simple cierre de calendario. Estamos a poco más de cien días de que termine el año, un periodo que se presenta como una ventana de oportunidad y un desafío crucial para el futuro del país y, de forma particular, para Sinaloa. La inercia política y económica debe ser reemplazada por una agenda de trabajo meticulosa, especialmente en torno a dos temas que definirán el rumbo del país a corto y mediano plazo: la renegociación del TMEC en enero de 2026 y la votación del Presupuesto Federal el 14 de noviembre de 2025.

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) entra en un proceso de revisión en enero de 2026. Este no es un simple formalismo; es una oportunidad para fortalecer la posición de México o, en su defecto, para exponer nuestras debilidades. En 2024, el comercio total de México con Estados Unidos, nuestro principal socio, superó los $780 mil millones de dólares. De esta cifra, las exportaciones mexicanas a EE.UU. representaron más de $470 mil millones, lo que subraya nuestra dependencia y la vital importancia de este acuerdo.

Para Sinaloa, la situación es doblemente relevante. El estado es un líder nacional en la producción de alimentos. El valor de la producción agrícola en Sinaloa se estima en más de $100 mil millones de pesos anuales. Por ejemplo, durante el año agrícola 2023-2024, la producción de maíz en el estado superó los 4.8 millones de toneladas, lo que lo posicionó como el principal productor del país. La renegociación del TMEC podría abrir nuevas oportunidades en materia de acceso a mercados o, por el contrario, imponer restricciones que afecten a los productores locales. El sector agrícola de Sinaloa, que representa un destacado protagonista del PIB estatal, no puede ser un espectador en este proceso. Legisladores y sectores productivos deben sentar una mesa de trabajo para que sus prioridades sean incluidas en la estrategia nacional.

El Presupuesto de Egresos de la Federación 2026 será el primero de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum. Es, sin duda, un instrumento que definirá la visión económica y social de su gobierno para el sexenio. La propuesta actual de la Secretaría de Hacienda sugiere un Presupuesto Federal con un gasto neto total proyectado de 9 billones de pesos. Sin embargo, la asignación de recursos a los estados ha generado alarma.

Sinaloa, a pesar de contribuir con el 2.2% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, ha sido tradicionalmente sub-representado en la asignación de fondos. En 2025, la entidad recibió apenas el 1.5% del gasto federalizado, y para 2026 las cosas pintan igual. Este desequilibrio fiscal es insostenible en un contexto de crisis económica y retos de infraestructura. La inversión pública per cápita en Sinaloa ha sido sistemáticamente menor que el promedio nacional, lo que impacta directamente en el desarrollo de obras clave, desde carreteras hasta presas y hospitales. Un análisis de la inversión pública por estado revela que, mientras entidades como la Ciudad de México o el Estado de México reciben una porción considerable de los recursos, otros estados productivos como Sinaloa se ven rezagados.

La falta de capacidad de gestión por parte del gobierno local, es un factor agravante. Mientras otros estados, como Chihuahua y Nuevo León, ya han iniciado estrategias para cabildear mayores recursos en el Congreso de la Unión, en Sinaloa parece prevalecer una actitud de pasividad. Es en este punto donde la labor de los legisladores federales —tanto de la mayoría como de la oposición— se vuelve crítica. Los diputados y senadores sinaloenses no pueden ser meros comparsas. Deben presentar argumentos sólidos, basados en datos económicos y sociales, para justificar una mayor asignación presupuestal. La inversión en sectores estratégicos como el campo, la infraestructura y el turismo podría generar un retorno significativo, no solo para la entidad sino para el país en su conjunto.

Tic Tac, Tic Tac, Tic Tac. El tiempo se agota. La recta final de 2025 no es un periodo más, un cierre de año para comer pan de muerto y buñuelos, sino una etapa de máxima  política. La renegociación del TMEC y la aprobación del Presupuesto 2026 son las dos batallas que debemos librar con inteligencia, argumentos y la unidad de todos los sectores. Ignorar estos temas es comprometer el futuro de Sinaloa y del país.

El tren se va y no espera …..