La mesa directiva del congreso no pudo con la presión de los universitarios y después de un receso de un día, sesionó en una sede alterna y en privado, para dar luz verde a la reforma que, supuestamente, dará verdadera autonomía a la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Durante la discusión, se percibió la línea: a toda costa aprobar estas modificaciones a la Ley por petición del Gobernador Rubén Rocha Moya, como parte de su ambición personal desde que inició su sexenio.
Pese a que a diputados de la Comisión de Educación y Tecnología, pidieron analizar esta reforma, fueron ignorados e incluso saboteados en su discurso.
La votación quedó así: 30 votos a favor, 5 en contra y una abstención.