EDITORIAL.-
En los días donde los diputados de Sinaloa ponían en el pleno la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa, cientos de estudiantes y docentes se manifestaron en la casa del pueblo. Al grito de ¡fuera Rocha!, comenzaban a incomodar a la presidenta de la mesa directiva, Gloria Himelda Félix Niebla. Pero lo que más les “caló” a los diputados (razón por la cual pusieron en receso la sesión del día jueves 19 de septiembre y sesionaron hasta el Dia 20 y 21 del mismo mes, fuera del congreso), fue el grito de “¡asesinos!”.
12 días lleva Culiacán, Eldorado, Concordia y sindicaturas aledañas, bajo el fuego cruzado de la pugna de cárteles. Ningún funcionario se ha pronunciado acerca del estado fallido en el que nos encontramos. Sin embargo, la agenda prioritaria ha sido otra… el tema de la UAS y la reforma a la Ley Orgánica. La que, en resumen, pretende meter por dedazo a gente del gobernador Rocha.
En este contexto, mientras todos nos preguntamos ¿y Rocha?, los flamantes legisladores cumplen los caprichos de Rubén que por decisión propia, tiene a Sinaloa en guerra… sí, por decisión propia; pues él podría verdaderamente ordenar que “atrapen a los malos”, sin embargo, anda más preocupado por los memes que le hacen.
La cifra de asesinatos sube, autos robados, economía local decayendo; pero los rochistas se aplauden ante el logro de la encomienda: meter su cuchara en la UAS.
Para el ciudadano de pie, este tema es trivial, pues mientras los insensibles de los diputados se vitorean por esto, familias suplican que pare la guerra entre la mayiza y la chapiza.
Los ciudadanos hemos acatado un toque de queda por seguridad, para las 7pm ya nadie sale… pero esto no importa para nuestro gobierno.
La realidad es que, el humanismo que presume Rubén Rocha, no sabemos dónde ha quedado. Se fue en cada episodio de su política cuando quitaba a sus adversarios políticos… y mientras él se lame los bigotes por la rebanada de pastel que es la UAS para él, gente sigue asustada, con miedo a morir y con la incertidumbre del declive económico, por esta narco guerra que no da tregua.