EN LA RED| No oyen, no escuchan, ni sienten.
La vida no puede continuar en paz porque no la hay. La tranquilidad con la que andábamos por la noche en Culiacán, o llegábamos a las 5-6 de la mañana…
La vida no puede continuar en paz porque no la hay. La tranquilidad con la que andábamos por la noche en Culiacán, o llegábamos a las 5-6 de la mañana…