Este domingo 26 de enero, cientos de ciudadanos se reunieron en la catedral de Culiacán para marchar rumbo a la Lomita, simbolismo de esperanza por un Culiacán en paz. A las 9:00 de la mañana, familias, jóvenes y adultos mayores alzaron la voz contra la inseguridad y el gobierno, coreando consignas como: “Somos más los que queremos paz”, “Fuera Rocha” y “No somos uno, no somos diez, cuéntanos bien”.
La reciente tragedia que costó la vida a dos menores de edad se convirtió en el principal motor de este acto ciudadano. Con pancartas que exigían justicia y frases como: “Con los niños no”, manifestantes pidieron acciones contundentes para frenar la violencia que afecta a la ciudad.
La convocatoria para la marcha se realizó principalmente a través de redes sociales y sus motivaciones son el anhelo de paz como lo mencionó la señora Luz, una de las asistentes: “Esta ciudad es hermosa y no tiene por qué quedar sola. Esperemos todo salga bien con esta marcha”.
Durante el recorrido, los manifestantes realizaron una parada frente al Ayuntamiento de Culiacán, donde pegaron carteles en señal de protesta contra la inacción del gobierno ante la crisis de seguridad. “Nos sentimos rehenes en nuestra propia ciudad”, expresaron algunos asistentes, aludiendo al temor y la incertidumbre que se vive diariamente.
Aunque la marcha transcurrió de forma pacífica, algunas personas señalaron la falta de medidas de seguridad adecuadas para un evento de tal magnitud.
Se estima que alrededor de veinte mil personas participaron en la marcha, todas con un mensaje claro: justicia para los desaparecidos y un gobierno que responda a las demandas ciudadanas.
Frente al reloj de Gabriel Leyva Solano y avenida Álvaro Obregón, los manifestantes hicieron una pausa para recordar a sus seres queridos ausentes y reforzar su clamor por justicia, paz y armonía en un Culiacán que anhela tranquilidad.