El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, anuncia el levantamiento de la ley marcial a raíz de presiones políticas y tras su breve implementación para frenar disturbios en el gobierno. La Asamblea Nacional exige su retiro mientras se suceden dimisiones dentro de su gabinete.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha anunciado este miércoles, 4 de diciembre, el levantamiento de la ley marcial que había impuesto la noche anterior en un intento por controlar las crecientes tensiones políticas. Durante una transmisión en vivo desde la Oficina Presidencial, el mandatario explicó que la medida fue adoptada como una acción decisiva contra las fuerzas antiestatales que, según él, estaban paralizando las funciones del gobierno y perturbando el orden constitucional democrático liberal.
Sin embargo, a primera hora del día, la Asamblea Nacional surcoreana exigió el retiro inmediato de la ley marcial y la retirada de las fuerzas militares desplegadas. En respuesta, Yoon Suk-yeol convocó de urgencia una reunión del Gabinete, en la cual se aprobó el levantamiento de la medida. “Celebraremos inmediatamente una reunión del Gabinete para aceptar la petición de la Asamblea Nacional y levantar la ley marcial”, aseguró el presidente.
A pesar de la decisión de retirar la ley marcial, Yoon hizo un llamado a la Asamblea Nacional para que ponga fin a los intentos de bloquear el funcionamiento del Estado a través de impugnaciones repetidas y bloqueos legislativos y presupuestarios. La tensión política en el país se ha intensificado después de que el Partido Democrático de la oposición aprobó un proyecto de ley presupuestario con recortes, además de presentar mociones de destitución contra un auditor estatal y el fiscal jefe.
La situación llevó a varios miembros del gabinete presidencial a presentar su dimisión. Entre los altos funcionarios que renunciaron se encuentran el jefe de gabinete presidencial, Chung Jin-suk, el asesor de Seguridad Nacional, Shin Won-sik, y el jefe de gabinete para política, Sung Tae-yoon, entre otros. Estos eventos reflejan un clima de inestabilidad política que pone en evidencia las profundas divisiones en el gobierno surcoreano.
Por su parte, el líder del Partido Democrático, Lee Jae-myung, calificó la imposición de la ley marcial de “inconstitucional y antipública”, mientras que la Asamblea Nacional votó a favor de bloquear su implementación, lo que pone fin a una de las medidas más drásticas adoptadas en el país en los últimos años.