El Ministerio de Trabajo de Ecuador ha sancionado a la vicepresidenta del país, Verónica Abad, con una suspensión temporal sin goce de remuneración por 150 días debido a una “falta grave” relacionada con el abandono injustificado de sus funciones durante tres o más días laborales consecutivos.
La medida, que afecta a Abad durante un período clave, coincide con el inicio de la campaña electoral para las elecciones presidenciales de febrero de 2025, en las que el actual presidente Daniel Noboa busca la reelección. Según la Constitución ecuatoriana, el presidente debe solicitar licencia durante la campaña, lo que legalmente le otorga la responsabilidad de delegar la presidencia a la vicepresidenta durante ese período. Sin embargo, la sanción ha generado controversia, ya que se ha producido en un contexto de tensiones políticas entre Abad y Noboa.
Un conflicto que trasciende las sanciones
La vicepresidenta, quien ha denunciado intentos de ser silenciada por parte del presidente Noboa, ha sido objeto de diversas decisiones administrativas que buscan distanciarla de la gestión gubernamental. Desde el inicio de su mandato, Noboa ha asignado tareas que limitan su participación en asuntos internos, como su asignación en noviembre de 2023 para “colaborar” en iniciativas de paz internacionales, especialmente en relación con el conflicto entre Israel y Palestina. Poco después, la nombró “embajadora extraordinaria y plenipotenciaria” de Ecuador ante ese país. En agosto de 2024, se ordenó su traslado temporal a la Embajada ecuatoriana en Turquía como medida de seguridad debido a la creciente tensión en Oriente Medio.
Multa por campaña anticipada
La sanción llega después de que el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) de Ecuador impusiera a Abad una multa de 20 salarios básicos unificados (aproximadamente 8,500 dólares) por incurrir en campaña anticipada durante las elecciones seccionales de 2023. A pesar de la multa, Abad no fue destituida de su cargo ni se le restringieron sus derechos políticos.
El episodio ha puesto en evidencia las tensiones entre Abad y Noboa, así como los desafíos en el liderazgo político del país en vísperas de unas elecciones cruciales. El futuro político de Abad y su relación con el presidente Noboa siguen siendo temas de debate en la política ecuatoriana.
La suspensión y su impacto
La sanción de 150 días de suspensión para Abad, que se alinea con la duración de la campaña electoral, ha sido vista por algunos como una estrategia política para mantener a la vicepresidenta alejada de la administración, mientras el presidente Noboa se prepara para competir por la reelección. Tras cumplir con la sanción, Abad deberá reincorporarse a sus funciones, bajo la disposición de la autoridad administrativa, lo que pone en entredicho su futuro en el cargo durante el periodo electoral.
Este conflicto interno dentro del gobierno ecuatoriano sigue siendo un tema de discusión, mientras el país se prepara para unas elecciones presidenciales decisivas.