Esta tarde las legisladores federales, locales y las presidentas municipales se Sinaloa, se reunieron en su mayoría con el gobernador Rubén Rocha Moya en Palacio de Gobierno, uno pensaría que para buscar una solución coordinada a la crisis de violencia que vivimos por la narcoguerra entre los Chapitos y Los Mayos.
Pero no, el motivo de la reunión fue para “cerrar filas” con el gobernador en su batalla por el control de la Universidad Autónoma de Sinaloa, tal como lo mencionamos en este espacio, Sinaloa Arde pero a Rocha solo le importa hacerse de la UAS.
La mayoría morenista que controla el Congreso Local no ha impulsado un posicionamiento serio sobre la violencia y sus devastadores efectos sociales, humanos y económicos, las legisladores federales no han dado un solo posicionamiento sobre el tema.
Los alcaldes simplemente rebasados no han hecho más que esconderse y validar el discurso de minimizar los hechos que esgrime el Gobierno del Estado.
En pocas palabras para la clase política en Sinaloa de origen morenista, la crisis de violencia no existe, pero el atraco a la UAS sí es un prioridad por que el gober así lo pide.
Una clase política “arrastrada” e indiferente han dejado claro está tarde del siete de octubre que la ciudad está completamente abandonada en torno a la narcoguerra interna del Cártel de Sinaloa.
Como colofón vale la pena recordar que hoy van 12 homicidios en el estado entre ellos un feminicidio en Culiacán, múltiples robos de vehículos incluidos los de dos cuyos propietarios estaban en la reunión con el gobernador, y por lo menos cinco privaciones de la libertad una a plena luz del día en el centro de la capital sinaloense.