Para mediados de noviembre, MORENA, habrá de elegir a sus lideres en Sinaloa, sin que después de diez años de su fundación, se conozcan sus comités municipales y estatales en un desempeño político local, como no sea en puras campañas electorales, sin un despliegue político social y desde 2018, todo ha sido asumir gobierno y como en un cuartel, seguir las órdenes del alto mando y particularmente del cacique político que ha sido Andrés Manuel López Obrador.
MORENA ha sido un partido sin cuerpo y sin alma, tan solo ha servido como franquicia para presentar planillas a las contiendas electorales, con un cúmulo de consignas y slogans de frases generales como utilitaria de un programa de partido válido para atrapar electores bajo un mecanismo de propaganda enajenante con un profundo culto al atraso y al caudillismo.
No conozco hasta ahora, ningún diagnóstico de MORENA sobre la historia, la vida y la lucha social de los Sinaloenses, como tampoco su plan de desarrollo del estado, que quizá sea el “plan estatal de gobierno” del gobernador Rubén Rocha del que nadie se acuerda, como tampoco ningún proyecto municipalista que integre ese nivel de gobierno en un proyecto de cambios para dotarlos de más perspectiva superior.
Poco o nada se sabe de eso, como tampoco se conoce sobre el déficit de vivienda que sufren los más pobres de Sinaloa, o el abandono en que esta el sector pesquero, o quizá que las muertes de los niños, hijos de los jornaleros en los campos agrícolas del estado ya tengan un programa de sanidad, alimentación, salud y educación para esos niños.
A lo mejor me equivoco y MORENA ya levanto la voz para que la ex fiscal de Sinaloa, Sara Bruna Quiñonez, comparezca ante un juez para que se le juzgue respecto a los montajes sobre el homicidio de Héctor Melesio Cuén, una burda maniobra criminal para proteger a quien sabe quién y culpar a que pobre inocente, digo a lo mejor, porque se dan a veces los milagros.
MORENA tampoco tiene ningún programa que diagnostique los niveles de contaminación que existen en el aire, la tierra, el agua y los lugares donde vive la gente, llámese rancherías y ciudades, mucho menos lo que ocurre con su fauna y flora, como dicen en el rancho les importa un bledo y lo peor, ni les interesa.
Y si hablamos de sus “principios” contenidos en la frase “no mentir, no robar, no traicionar”, ya es cultura violar esos paradigmas y solo quedan para el recuerdo del engaño que ha sufrido México, cuando el propio líder de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, le mintió al pueblo de México en más de 150 mil veces en los casi 2200 “mañaneras” que realizo en su sexenio del ejercicio político vertical, autoritario y antidemocrático, que avanza con cambios políticos en la estructura fundamental del país, a convertir su gobierno en una dictadura.
Por eso resulta imposible que MORENA sea un partido político nacional y menos estatal, porque esta convertido en un aparato de estado para controlar y ganar elecciones como sea. Para que quiera programas si con esto les basta para satisfacer sus apetitos de poder. ¿para qué?