Redacción.-
Decenas de personas acamparon la noche del 17 de julio en un local de la carretera internacional México 15, querían ser los primeros clientes de una empresa nueva en la ciudad.
Como si se tratara de un concierto o espectáculo de boletos limitados o de la repartición de turnos o fichas, la gente durmió en la banqueta dentro de casas de campaña.
La mañana del 18 de julio, Caffenio abrió las puertas de su sucursal en Guamúchil, Sinaloa, sin pensar quizás en la euforia que causaría en la cabecera municipal de Salvador Alvarado.
La empresa de bebidas a base de café e infusiones estuvo a reventar durante todo el día de su inauguración, a los eufóricos que acamparon durante la noche, le siguieron filas interminables de carros.
Pero el tráfico excesivo por un caffenio ha continuado desde entonces, en el que las largas filas no solo estrangula el tráfico de la zona, sino además ha causado múltiples accidentes automovilísticos.
¿Estará preparada la ciudad de Guamúchil para otra sucursal de Caffenio o para una franquicia de Starbucks?