Esta columna nació en el año 2022 como un espacio de opinión para el proyecto Tenemos que hablar MX, agradezco a Ulises y Gil, por la oportunidad de publicar en su exitoso portal por casi 2 años.
La Cátedra migró a Caja Política en el 2024, cuando se dio el paso de canal de podcast a medio de comunicación, y tras varios meses de expresar aquí, ideas e ideotas, llegué a la conclusión que mi opinión es completamente irrelevante.
He decidido a partir de hoy, concentrar mi energía y esfuerzo en historias que merecen ser contadas, en luchas colectivas con poco foco, en víctimas silenciadas, y en maravillas de este mundo en las que no ponemos demasiada atención; Mi pluma no se retira, se pule, va en la búsqueda repito de aquello que vale la pena contar, y sale del circulo siempre vicioso de la comentocracia.
Tal vez mis ganas de opinar regresen, pero será bajo una columna de otro nombre, hoy «La Cátedra» se va, creo que con una misión netamente cumplida.
Y antes de irnos, con está última batalla en el mundo de las ideas, dejo un par de buenos deseos.
Ojalá que el mundo logré detener el genocidio en Gaza.
Ojalá que nuestros jóvenes en verdad inicien una revolución contra la desigualdad y la narco política que desde hace 30 años solo deja terror y muerte a su paso por nuestro bellos país.
Ojalá los pueblos de América evitemos que Trump y el tío Sam dejen de meter las narices en nuestras soberanías, fuerza hermanos de Venezuela.
Pero sobre todo, ojalá que quienes leen esto tengan un excelente fin de año, una rica cena navideña y ni una víctima que lamentar.
