Durante este domingo Morena sostuvo un nuevo Congreso Nacional Extraordinario, el punto nodal es la estructuración del partido sección por sección, se han planteado como meta crear los 71 mil comités seccionales que existen en todo el país.
Si usted tiene más de 30 años la palabra seccional le debe sonar conocida, y sí, es porque el PRI el otrora partidazo de México tenía comités seccionales en cada una de las secciones electorales del país, válgame la redundancia.
El Partido en el poder que es un “Partido – Gobierno” y aspira a convertirse en un “partido – estado” como lo fue al PRI, su supuesta antítesis política. También se acordó la creación de un “Consejo Consultivo” y de una Comisión revisora de afiliaciones.
Llama la atención estas dos últimas medidas, ya que el partido ya cuenta con órganos que pueden cumplir las funciones de cancelar una afiliación como lo es y lo ha hecho la Comisión de Honor y Justicia, y el Consejo Político Nacional en teoría es un órgano “asesor” del partido que complemente al Comité Ejecutivo Nacional.
Será a caso que con estás nuevas figuras de busca que sean incondicionales a cierto liderazgo, diferente al de Andrés Manuel López Obrador, quien de alguna manera influye en los órganos ya existentes, más cuando su hijo Andrés Manuel López Beltrán, Secretario de Organización, es el representante directo de su padre al interior del partido.
La ausencia del mismo “Andy” en el Congreso Nacional se presta a especulaciones, sumado a la exhibición de Adán Augusto López, y su reciente escándalo, por el caso de Hernán Bermúdez, Secretario de Seguridad en Tabasco durante la gubernatura de Augusto, y quién ahora es señalado como Líder del grupo “La Barredora”.
El objetivo de querer tener estructura partidista en cada rincón del territorio, habla de una intensión de por fin comenzar a tener una estructura propia y una vida orgánica en Morena, que aunque parezca increíble por sus éxitos electorales, Morena está muy lejos de tener una “maquinaria” política como la que tuvo en su momento el PRI, por ello mismo es que han tenido que recurrir a los votos corporativos de sindicatos y operadores que hace 6 años eran los más fervientes priístas.
La gran pregunta para quienes aún creen en Morena como un vehículo de transformación social, es si esta estructuración será el inicio de una nueva vida democrática interna, en la que la militancia tome las decisiones y estás se respeten por la cúpulas, y si simplemente será una expansión de membretes, para convertirse en ese gran monstruo corporativo que fue el PRI hasta 2012.
Respecto al Consejo Consultivo y la Comisión de afiliaciones, que coincide con el debilitamiento de los hombres cercanos al ex presidente AMLO, podríamos hablar el inicio de una lucha intestina por el control del partido rumbo a las candidaturas del 2027; en un sistema presidencialista como es en el que aún vivimos, la silla de palacio es solo para una persona.