Valentín Elizalde, conocido como “El Gallo de Oro”, fue uno de los cantantes más emblemáticos de la música regional mexicana, especialmente dentro del género de banda y norteño. Nació el 1 de febrero de 1981 en Jitonhueca, Sonora, México, y desde joven mostró un gran interés por la música, influenciado por el entorno cultural de su familia y región. Elizalde provenía de una familia de músicos, lo que facilitó su incursión en el mundo de la música.
El inicio de su carrera profesional se dio a principios de la década de 2000. Su primer gran éxito fue la canción “La Casa Blanca”, que lo catapultó al estrellato. Con una voz única, grave y poderosa, y su estilo característico, rápidamente se ganó el cariño del público mexicano y de otros países de habla hispana. Su capacidad para mezclar la tradición de la música de banda con toques modernos fue una de sus mayores virtudes.
Durante su corta pero intensa carrera, Elizalde grabó varios discos que se convirtieron en grandes éxitos. Canciones como “Vete Ya”, “Soy El Gallo”, “Eres La Única”, y “El Señalado” no solo se convirtieron en himnos de la música de banda, sino que también reflejaron su estilo personal: una combinación de romanticismo, fuerza y pasión, muy representativa de su personalidad.
Lamentablemente, su vida fue truncada el 25 de noviembre de 2006, cuando fue asesinado en un atentado en Reynosa, Tamaulipas, México, a los 25 años. Su muerte sigue siendo un tema controversial, y aunque no se han esclarecido todos los detalles, su legado como uno de los máximos exponentes de la música regional mexicana se mantiene intacto.
Elizalde dejó un impacto profundo en la música de banda, y su figura se ha convertido en un referente para las nuevas generaciones de artistas. El “Gallo de Oro” sigue siendo recordado por su talento, su humildad y su cercanía con su público, que lo veneraba tanto por su voz como por su carisma. Hoy en día, su música sigue sonando en las fiestas y en el corazón de sus seguidores, y su influencia perdura en la historia de la música mexicana.

Ofrendas en la estatua de Valentín Elizalde en Ciudad Obregón, Sonora.