Redacción.-
En el corazón de Jalisco, una de las expresiones más auténticas de la fe y la identidad regional es la romería. Esta tradición, que se remonta a siglos atrás, congrega a miles de devotos que recorren largas distancias a pie, en peregrinación hacia santuarios y lugares sagrados.
Orígenes y Significado
La romería en Jalisco tiene sus raíces en la época colonial, cuando los misioneros católicos establecieron rutas de peregrinación hacia santuarios y lugares sagrados. Con el tiempo, esta práctica se convirtió en una expresión de fe, gratitud y devoción hacia los santos patronos y la Virgen de la Asunción.
La Ruta de la Romería
La romería jalisciense sigue rutas tradicionales que conectan poblados y ciudades. Los peregrinos recorren distancias que pueden variar desde unos pocos kilómetros hasta cientos de kilómetros, durante varios días. La ruta más famosa es la que conduce al Santuario de la Virgen de Zapopan, en Guadalajara.
La Fiesta y la Devoción
Durante la romería, los peregrinos participan en misas, procesiones y rituales. La fiesta se llena de color y música, con grupos de mariachi, sones jarabes y danzas tradicionales. Los devotos llevan consigo imágenes de los santos, flores, velas y ofrendas que depositan en los santuarios.
La Unión Familiar y Comunitaria
La romería es también una oportunidad para reforzar la unión familiar y comunitaria. Los peregrinos comparten historias, tradiciones y experiencias, fortaleciendo los lazos entre generaciones.
La romería en Jalisco es un testimonio vivo de la fe, la cultura y la identidad del estado. Esta tradición, que se renueva cada año, sigue siendo un elemento fundamental en la vida espiritual y social de los jaliscienses.