La decisión de la Secretaría de Economía de imponer cuotas compensatorias al calzado importado de China marcó un parteaguas para una industria que por años denunció la competencia desleal. La medida establece un cobro que va de 0.54 a 22.5 dólares por par, luego de una investigación que comprobó daños a la producción nacional, reducción de ventas internas y la pérdida de más de 22 mil empleos en el sector.
La Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG) no tardó en calificar la resolución como un triunfo largamente esperado. Su presidente, Juan Carlos Cashat Usabiaga, afirmó que se trata de un precedente que no solo equilibra la competencia, sino que protege el esfuerzo de miles de familias que dependen de esta actividad. “Estamos ante una resolución trascendental, porque más de 500 exportadores tendrán que ajustarse a las nuevas condiciones y eso garantiza un piso parejo para todos”, expresó.
El subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, Vidal Llerenas, subrayó que se trata de una oportunidad real para recuperar empleos, pues México cuenta con la infraestructura, el diseño y la tecnología necesarios para reimpulsar al sector. “Estos 22 mil empleos se pueden recuperar; es una industria con capacidad, talento e inversión”, aseguró.
Desde la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), su presidente Alejandro Malagón Barragán destacó que este resultado fue posible gracias al trabajo conjunto entre el sector privado y el Gobierno. “Los industriales sabemos competir, pero lo que pedimos es hacerlo en condiciones de equidad”, puntualizó.
En León, Guanajuato, la noticia se vivió como un auténtico respaldo a la capital zapatera del país. Autoridades municipales reconocieron que más de 100 mil empleos dependen directamente de la cadena productiva del calzado. La secretaria para la reactivación económica, María Fernanda Rodríguez, insistió en que defender esta industria es defender el desarrollo económico de la región. En el mismo sentido, la alcaldesa Alejandra Gutiérrez resaltó que ahora los empresarios locales podrán crecer con la certeza de competir bajo reglas más justas, tanto en el mercado nacional como en el internacional.
El reto que viene, señalaron distintos actores del sector, será reforzar la vigilancia en aduanas para evitar que se eludan las cuotas y, al mismo tiempo, fomentar campañas que impulsen el consumo de calzado hecho en México. “Hoy ganamos una batalla importante, pero no podemos bajar la guardia. Tenemos que seguir innovando, trabajando con legalidad y mirando hacia el futuro”, concluyó Cashat Usabiaga.
Con información de EFE.