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ONTIVEROS| ¿Convicciones partidistas o ambiciones desmedidas?

Sergio Torres, se ha desbocado contra el dirigente universitario Jesús Madueña Molina ¿Quién le paga para manifestarse de una manera tan deshonrosa? ¿Si carece de convicciones y pertenencia política que peso moral pueden tener sus aseveraciones?

Por Alfonso Carlos Ontiveros Salas.-

Su paso por el sindicato de los trabajadores del municipio de Culiacán no merece ningún reconocimiento porque lo que hizo fue tener puestos de nivel burocrático para llevarse una jubilación muy jugosa y ofensiva para los demás trabajadores del municipio.

Ocupó diversos cargos de elección popular por el partido que según él era el partido político del que estaba enamorado, pero resultó una decepción como militante porque lo abandonó siguiendo sus ambiciones personales.

En el Congreso, no se le conoce haber presentado ninguna iniciativa de ley salvo esa que anunció y que según es para que la Auditoría Superior del Estado audite a la UAS.

¿De donde saca que en la Universidad Autónoma de Sinaloa no hay rendición de cuentas y que la Auditoría Superior del Estado debería de auditar a la UAS? Subir a la tribuna del Congreso o a través de ruedas de prensa, no es la vía para pronunciarse, eso no es más que un destello de sus amarguras y frustraciones por haber llegado a un partido político que nunca estuvo en sus opciones para dedicarse a vivir del presupuesto partidista.

La suerte lo llevó a dirigir ese partido político y aprovechar los espacios de oportunidad para llegar por el voto destinado a las minorías al Congreso o sea que llegó por la vía de la representación proporcional o plurinominal. Por el voto ciudadano no lo habría logrado porque por su paso por el Ayuntamiento la gente no lo recuerda con agrado.

Está presente todavía, el conflicto que generó cuando decidió caprichosamente cambiar el doble sentido vial a la Avenida Álvaro Obregón para convertirla en un solo sentido de circulación vehicular. Un conflicto social que persiste hasta la fecha.

A Torres Félix, también se le recuerda por sus famosos Morrines, si, esos que con presupuesto del Municipio los instaló en bancas banqueteras y que lejos de manifestarle socialmente el reconocimiento que esperaba provocó la mofa ciudadana ante esas burlescas figuras basureras muy onerosas por cierto para el precario presupuesto municipal.

Creyó que sus figurines impactarían en la aceptación social pero lo que recibió fue el reproche ciudadano como respuesta, ya que lo consideraron una burla por los graves problemas de inseguridad y de servicios públicos que padecía la ciudad y el Municipio en el tiempo que lo dirigió. Pero su circo y los “morrines” como actores, es lo que más recuerdan en Culiacán.

El PRI lo promovió y lo hizo diputado y presidente municipal, buscó alojamiento en Morena pero fue rechazado por oportunista, y fue así como se le encaramó a Dante Delgado y lo hizo dirigir a MC y llegar al congreso del estado.


Su narrativa de auditar a la UAS es un discurso desfasado. Las reglas ya están definidas en la Constitución Federal y en su Ley Orgánica ¿Lo que extraña, es cuanto recibió o que le dieron a Sergio Torres por cuestionar a la UAS? gratuito no lo fue.

Quiere llamar la atención para jalar votos en la próxima elección. El color naranja del ahora su partido, no le ayudará para llegar a satisfacer caprichos o ambiciones personales. Hasta acá llega el tufo de los chicharrones que se le echaron a perder por no saberlos menear. Tema para el debate todavía queda buen tiraje.

¿Usted qué opina?

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