Como la canción de Cornelio Reyna, “Lágrimas de mi barrio”, alguien por ahí va llorando por las calles de su barrio.
Por Alfonso Carlos Ontiveros Salas.-
Hay plumas que son manejadas magistralmente sobre todo cuando su pobre corazón va herido por sus penas que lo atormentan y lo enloquecen, porque sus lectores no conocen su verdad y quizá, por eso quiere comprensión.
Parte de esa canción dibuja las frustraciones de quien ejerce según parece la actividad periodística y que en estos últimos días le ha dado por despotricar para difamar, derramando olores amargos de su triste corazón.
¿Para qué citar nombres? no es porque me inspire temor confrontar los autores de escritos que calumnian, no, mi condición no es la de ser temeroso. Quien escribe para ofender, es porque algo oculta y no es otra cosa que sus amarguras y frustraciones, porque sus tiempos de jauja quizá ya no los tenga, y sus necesidades económicas le impiden vivir la vida de un pasado de derroche y diversión. Bocados putrefactos que no pueden digerir.
Jesús Madueña Molina, no sufre ni se atormenta. Su compromiso, aunque le duela a algunos, es conducir a la Universidad Autónoma de Sinaloa, la Universidad de los sinaloenses, a liderear la calidad académica y la formación profesional de los jóvenes. Su compromiso es con los rosalinos y el pueblo de Sinaloa. La crítica destructiva, al cesto de la basura.
Liderazgo, experiencia, conocimiento y capacidad de dialogo y dirección, lo tiene, y así se lo reconoció la comunidad universitaria rosalina, cuando el pasado 9 de abril cuando por sobrada mayoría le ratificó su confianza para que continuara al frente de la UAS por un periodo más.
Pero no solo fueron los aguiluchos rosalinos, los que han creído y creen en él, también la sociedad sinaloense y los gobiernos estatal y federal le han otorgado todo el respaldo para que los jóvenes de Sinaloa sigan abrevando el conocimiento de esa fuente creadora del saber. La Universidad Autónoma de Sinaloa.
No es con esas frases ofensivas como le harán mella al dirigente universitario. El mejor aval, es el de la comunidad universitaria que dirige, y no esas tintas malolientes que lejos de adornar el papel en el que escriben, mejor mandarlo al basurero de la vergüenza. Atacar al Rector por nombrar a sus nuevos directivos, no tenía por qué consultarlo con gatilleros del periodismo.
Madueña Molina, es un personaje que camina firme y comprometido en afianzar su proyecto de universidad para el periodo 2025-2029. No es con ese tipo de sucios brochazos lo que podrá dañar la imagen de la persona titular de la rectoría de la UAS. Una personalidad fuerte cuya luz resplandece ante una comunidad universitaria unida y las alas del águila rosalina que lo cobija.
Derrama amarguras de dolor quien le dice al Rector Madueña Molina que es un hombre derrotado y vencido por la fuerza del chantaje y el temor. Ninguna de esas falsedades reflejan indecisión en el rostro del directivo universitario. Proyectar a la UAS con los mejores indicadores de calidad en el ámbito nacional e internacional, ese si es un reto y una verdadera preocupación. No las heces que despide esa pluma utilizada para ofender y difamar.
La UAS, no es una isla, es una institución que se debe al pueblo de Sinaloa y sus lazos estarán en todo momento unidos a la juventud a la que se debe. Su relación con el gobierno, será siempre de respeto y colaboración, y no de confrontación
Esos que destilan sus frustraciones, que los compadezcan en sus casas y reciban el calor de sus familias. Lanzar la ofensa para cachar la dadiva que se busca, no será la piedra que salga de la UAS.
¿Usted qué opina?