Empresarios con visión de futuro. Un compromiso por Culiacán y Sinaloa.
Por Alfonso Carlos Ontiveros Salas.-
Abrir espacios de convivencia social y familiar es un reto. La inseguridad inhibe, pero hay empresarios que desafían la guerra que libran en Culiacán grupos antagónicos del Cártel del Pacífico.
Reactivar el comercio es un imperativo. Autoridades y empresarios se han reunido y, seguro, también han llegado a convenios de colaboración para trabajar unidos y con respaldo policial.
El Paseo del Ángel es un proyecto visionario que dará frutos para promover el turismo e incentivar al viajero.
Hay empresarios dispuestos a enfrentar los riesgos que impone un proyecto que haría dudar a cualquiera, pero la vida empresarial es un reto diario, porque la temeridad es la dinámica del comerciante. La inseguridad debe combatirse produciendo y el gobierno esforzándose para controlar, a pesar de que los grupos delincuenciales se siguen moviendo con cierta libertad en la zona urbana de la ciudad. Los enfrentamientos armados siguen y la seguridad de las familias también está bajo amenaza.
Los empresarios son los que se manifiestan, pero falta que las autoridades también lo hagan. Tejer alianzas entre gobierno y comerciantes es conveniente, porque la suma de esfuerzos es un componente para derrotar la violencia.
La sociedad todavía duda, y con justa razón. Las redes sociales se han encargado de empañar la confianza ciudadana con el gobierno, buscando polarizar sus diferencias para que este tipo de alianzas y proyectos no puedan funcionar.
Hay que darle firmeza al suelo que pisamos, porque de lo contrario seguiremos estancados en una laguna de arenas movedizas.
Los empresarios desesperan y quieren reactivar la economía, pero también esperan la respuesta del gobierno. ¿Dará los apoyos que requieren para poder hacerlo?
El Paseo del Ángel debe extenderse iluminando a Culiacán. No politicen proyectos, y que el impulso al comercio desde el gobierno detone las municiones económicas para recuperar la tranquilidad deseada por los sinaloenses.
Ya basta y alcemos la voz por un Culiacán y un Sinaloa en paz.
¿Usted qué opina?