Por Mario Kato.-
La Fiscal Sara Bruna Quiñónez Estrada presentó la renuncia a su cargo este viernes 16 de agosto.
Tras ser exhibida su ineptitud y mala fe en el caso del asesinato del maestro Cuén, bastaron 24 horas para que la Fiscalía General de la República, hiciera pública una lista de 10 anomalías en la investigación.
Lo que mal empieza mal acaba y la ex jueza pasa a la historia como la primer mujer en ocupar el cargo, y la primera es vulnerar su autonomía, ya que se dedico a la persecución política ordenada desde el tercer piso.
Sara Bruna se va impune, ya que antes de su vergonzoso papel en el caso Cuén, cometió una serie de violaciones a la Ley Orgánica de la FGE, razón por la cual debería haber sido sancionada.
El Órgano Interno de Control de la propia FGE y el Congreso del Estado, protegieron a Sara Bruna hasta su final, que busca blindar al gobernador Rubén Rocha Moya.
1.- Nepotismo: La Fiscal pagó a su hija como asesora.
2.- Los nombramientos ilegales del vicefiscal anticorrupción y el director de Servicios Periciales.
3.- El desprecio al Consejo Ciudadano Consultivo, al no convocar las sesiones que marca la Ley, ni respetar los acuerdos al seno del mismo.
4.- Desacato a los amparos ganados por la UAS.
5.- Filtración de datos de víctimas.
Súmele fracasos como el del caso Luis Enrique Ramírez y el secuestro masivo de familias.