El viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, desmintió en una entrevista con EFE la afirmación de que las misiones médicas cubanas constituyan trabajo forzado, como sostiene el gobierno de Estados Unidos al imponer sanciones.
Fernández de Cossío hizo estas declaraciones tras el anuncio del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, sobre la revocación de visas a funcionarios de países centroamericanos involucrados con las misiones médicas cubanas. Esta medida forma parte de un conjunto de acciones coercitivas anunciadas por Washington en febrero.
Recientemente, el gobierno de Bahamas suspendió el reclutamiento de personal sanitario cubano y canceló contratos vigentes con una agencia de reclutamiento en respuesta a la presión de Estados Unidos.
En su defensa, el viceministro afirmó que “no se trata de trabajo forzado, sino de cooperación médica”, un esfuerzo reconocido por la comunidad internacional, incluidas al menos dos secretarías generales de la ONU, durante décadas. Aseguró que estas iniciativas son completamente legítimas, basadas en “acuerdos bilaterales firmados soberanamente” entre La Habana y otros países. “No es una imposición de Cuba, ni una entrada encubierta en otros países”, añadió.
Por su parte, Rubio criticó el sistema, describiéndolo como un “programa de exportación de mano de obra” que “abusa de sus participantes y enriquece al corrupto régimen cubano, privando a los ciudadanos de la isla de la atención médica esencial que necesitan”.
El viceministro cubano argumentó que el ataque de Estados Unidos a las misiones médicas tiene como objetivo “desprestigiar” a Cuba y limitar una de sus principales fuentes de ingresos. “El gobierno de Estados Unidos, bajo la influencia de Marco Rubio, busca desprestigiar un aspecto solidario de la política exterior cubana que ha recibido elogios internacionales y cortar los ingresos que sostienen nuestro sistema de salud pública”, explicó.
Además, Fernández de Cossío aseguró que Estados Unidos utiliza “falacias” para crear un “prejuicio” que cuestiona la legitimidad de estos programas, que son comparables a algunos de la ONU y sus agencias. “Con una maquinaria respaldada por millones de dólares, han logrado sembrar dudas que son rechazadas por los gobiernos que acogen a las misiones médicas, que son completamente legítimas y salvan vidas”, afirmó.
Al ser cuestionado sobre las denuncias de que a los médicos en misión se les retira el pasaporte, el viceministro reconoció que “en algunos países se agrupan los pasaportes por decisión de la cooperación médica”, aunque aclaró que esto no ocurre en la mayoría de los casos.
Respecto a la posibilidad de que los países anfitriones paguen directamente a los médicos, Fernández de Cossío evitó responder, indicando que su respuesta podría interpretarse como un cuestionamiento a la legitimidad de Cuba en este contexto.
Desde la imposición de las sanciones, varios países de Centroamérica y el Caribe han defendido la contratación de estos profesionales cubanos, vitales para sus sistemas de salud, y han rechazado cualquier acusación de explotación. Los servicios profesionales representan una de las principales fuentes de divisas para Cuba, junto con el turismo y las remesas, según datos oficiales y estimaciones de expertos.
Con información de EFE.