Washington D.C. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elevó este lunes la tensión en la región al señalar directamente a Irán como el “responsable” detrás de las acciones del grupo hutí en Yemen. A través de su plataforma Truth Social, el mandatario republicano afirmó categóricamente que los “cientos de ataques perpetrados por los hutíes […] son obra de Irán”, desestimando cualquier otra interpretación.
En un tono enérgico, Trump advirtió a Teherán que cualquier nuevo ataque o represalia por parte de los hutíes “será respondida con gran fuerza”, dejando entrever la posibilidad de una escalada militar al añadir que “no hay garantía de que esa fuerza se detenga ahí”.
El presidente estadounidense detalló sus acusaciones, asegurando que Irán “dirige cada movimiento, les proporciona armas, les suministra dinero y equipo militar altamente sofisticado, e incluso la supuesta ‘inteligencia'”. En una declaración contundente, Trump sentenció: “De ahora en adelante, cada disparo de los hutíes será considerado como un disparo de las armas y del liderazgo de Irán, e Irán será responsable y sufrirá las consecuencias, ¡y serán terribles!”.
Estas acusaciones frontales contrastan con las declaraciones previas de Irán, que ha negado rotundamente cualquier apoyo militar o financiero a los hutíes, insistiendo en que su respaldo se limita al ámbito diplomático y humanitario. Del mismo modo, el grupo hutí ha rechazado las afirmaciones de recibir ayuda militar de Teherán, manteniendo que sus acciones son independientes.
Las declaraciones de Trump se producen después de que él mismo ordenara, el sábado pasado, una operación militar “decisiva y poderosa” contra los hutíes en Yemen, a los que acusó de “una implacable campaña de piratería, violación y terrorismo” contra embarcaciones y aeronaves estadounidenses y de otros países, con graves consecuencias económicas y la pérdida de vidas inocentes.
Los recientes ataques estadounidenses, supervisados personalmente por el presidente, dejaron un saldo trágico de 53 víctimas mortales, incluyendo niños y mujeres, y 98 heridos, además de la destrucción del cuartel general hutí en Saná. El grupo rebelde ha calificado estas acciones como una “flagrante agresión” y ha prometido una respuesta.